jueves, 10 de septiembre de 2015

Como pollo sin cabeza



Acipa, una
historia ya contada.



Es una vieja y conocida historia pero no por ello, menos triste. Los proyectos personales acaban siendo, si nadie lo remedia, la imagen y semejanza de quien los ha creado. No en vano, en ello va una carga importante de la impronta personal del creador. Cuando ese  proyecto nace por y para una localidad, con una visión muy personal y una ideología basada en la del líder de la formación política, es impensable que de allí salga un proyecto aglutinador y de masas. Es el caso de Acipa y su creadora Pilar Quintana.

Acipa nace como proyecto personal con un objetivo tremendamente claro; Desarrollar una actividad política para mejorar y promocionar el bienestar de los habitantes de Aranjuez. Creo recordar algún slogan de sus campañas en la que decía algo como Aranjuez, lo primero. La ideología política (la tradicional de izquierdas y derechas) estaba en un segundo plano. No era una cuestión de color político, lo que primaba en Pilar, era el bien para el pueblo de Aranjuez. Los intentos de apartar Acipa de las posiciones ideológicas próximas tanto al PP como al PSOE, eran la mayoría de las veces poses circenses, nadie quería a Acipa como rival político, Pilar era de largo la líder más valorada, de firme reconocimiento en su trabajo, de su conocimiento y porque no decirlo de su acierto en las decisiones.era manifiestamente apabullante. Cuando años después leemos en prensa que ha sido de tal o cual decisión municipal, siempre acabamos con el mismo comentario. Pilar lo dijo en el Pleno, y por desgracia el tiempo acaba dándole la razón.

Elección tras elección, los resultados para Acipa siempre eran los mismos. Sus fieles seguidores (los de Pilar), votaban a la formación política, asegurándole al menos un asiento en el pleno Consistorial, pero nunca pasó (dos en la actualidad) de ser una formación testimonial en el número, que no en el significado de sus aportaciones. El fallo, si queremos conjugar esa conclusión en clave de éxito, se debe a la propia idiosincrasia de Acipa. No es un partido, sino una iniciativa personal en un ámbito muy local. Plausible y reconocible si su fundadora no pretendiese ser algo mas que el pepito grillo de la política municipal. Ella quería ser alcaldesa, para desde ahí poner a Aranjuez en el sitio donde debe estar, que no es menos que la cabecera social y económica del Sur de Madrid. Su desaliento y la desazón que produce observar como los mediocres, asumen ese puesto inmerecido por sus dotes personales, pero aupados por el empuje de unas siglas con representación a nivel nacional, la llevaron este verano a presentar su dimisión. Primero, renunciando a su acta como concejal, y después del partido.


Llegamos a la segunda mitad del 2015 con una situación rocambolesca en el Ayuntamiento de Aranjuez. Gobierna un partido que ha sido claramente perdedor en las elecciones, en franco y claro retroceso con el soporte de sus 7 concejales, y la ayuda necesaria de los tontos útiles (In-Par y Aranjuez Ahora). El término no es cariñoso, y entiendo pueda levantar más de una ampolla, pero si alguien me puede definir la situación con otro termino que sea tan gráfico y a la vez auto-explicativo, que por favor me lo haga saber. No han impuesto una línea de trabajo, no han pactado las actuaciones urgentes que el pueblo necesita, les han regalado sus votos, y encima salen sin los dineros para organizar una oposición crítica y necesaria. De película de humor negro alguien ha calificado esta situación. Cuando las urnas han pedido que todas las opciones y visiones políticas están casi al mismo nivel, nuestros políticos segmentan la sociedad y se la llevan a su orilla política. Una gran oportunidad de unidad popular perdida nuevamente por el egotismo político de los mediocres que al frente de los partidos ribereños hay hoy en día.


Y, Acipa, que? Pues eso preguntamos muchos, que pasa en Acipa que no se la ve con las propuestas de antes, con la prontitud en las respuestas, con la originalidad de sus propuestas, con la denuncia de las cosas mal hechas, con el trabajo del día a día tan reconocido y esperado Acipa, sencillamente está desaparecida.
Sus procesos internos hablan de un corre-turno en la asunción del puesto de Concejal que deja vacío Pilar. Hasta en eso nos cuentan ha habido polémica y protestas, cuando es algo muy definido en la Ley electoral. Ahora parecen inmersos en la elección de nuevo Presidente.
La refundación del partido, pasa por elección de nuevas personas en puestos claves, es decir, repetir el modelo personalista, cuando lo lógico es que Acipa se re-fundara como opción política con unas lineas definitorias claras sobre la ideología que van a defender en los próximos años. Qué modelo de ciudad quieren para Aranjuez, Cómo afrontar los problemas del paro, la mendicidad, la limpieza e iluminación de las calles, los recortes en sanidad y en educación pública, la escandalosa deuda heredada de los tiempos del tándem Dionisio-Cristina, etc.. parece no importarles demasiado, o al menos pasan por ser temas secundarios. Solo uno, les preocupa y ocupa cara al exterior, y este es el tema trascendental, vital y transversal (así lo definen sus mentes dirigentes) es el Rio Tajo.


Pero éste solo es el espejismo que trata de ocultar los verdaderos males que asoman en acipa, que no es otro que la lucha de personalísimos y poderes que ocupa hoy en día a este partido. Parece que hay una carrera por colocarse y pasar así los 4 años que quedan de vida.
En la Portavocía más preocupa hacerle la ola a la Alcaldesa, (por aquello que de ella dependen los dineros de una Liberación de Concejal y el Administrativo correspondiente) que de hacer Oposición.  Para el puesto de Presidente opositan Sr. Yo tengo y la Sra. Terapeuta. Ni uno, ni la otra obviamente hablan de programa, de proyectos, de Aranjuez. Solo les oyen hablar de organización política, de personas que componen las listas, y de revanchismo en algún caso.
No menos rocambolesca es la sucesión en el puesto de concejal. Me hablan de votaciones para corre-turnos, y lindezas similares. Si el futuro de éste partido es la labor en equipo, la cohesión, la puesta en común, mal camino parecen haber emprendido. Su reto es sustituir la figura de Pilar Quintana, por la de una iniciativa cohesionada y aglutinante (salvo que sean capaces de sustituirla por otra figura de similar o mayor calado político). Me temo, todo lo contrario de lo que está sucediendo.

El padre de un colega de criticas on-line, prestigioso y erudito pensador, dejó el epitafio hace unos meses. Acipa sin Pilar Quintana, no es nada


Quo vadis Acipa ?






Agitador de ideas.

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